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SANLIURFADía 17 Visitamos con mayor detenimiento el bazar. Como en el gran Bazar de Estambul, cada calle está dedicada a un oficio: zapatos, alfombras, textil, tabaco…pero a diferencia de este último, resulta más auténtico y artesanal. Observamos en los altillos a hombres planchando las chaquetas y pantalones recién confeccionados por otros, que usan con destreza sus máquinas de coser. Tomamos un te en el caravasar del centro, rodeados de hombres que se reúnen en torno a juegos de mesa. Saliendo del bazar, nos adentramos por callejuelas, para ver las casas de caliza cuyos umbrales están adornados con distintos dibujos de la Meca. Pasamos la tarde en Gölbasi, en la plaza del estanque de las carpas, convertidos en espectadores ante el flujo de peregrinos que acuden a la mezquita. Permanecemos allí durante horas. No nos sentimos como extraños.
El último objetivo de nuestro viaje nos hace echar de menos más
tiempo para permanecer en él. Día 18 Viaje de vuelta, dirección a Estambul.
Día 19 Salimos de Aksaray y nos desviamos de la autopista en Duzce, para hacer noche en la costa del mar Negro, en Akçakoca. El pueblo, un tanto deprimente, posee una plaza… incalificable.
Poblada de figuras de escayola de distintos animales, desfigurados y pintados sin compasión. No obstante, aprovechamos para darnos un baño y comer algo de pescado en Kamelya restaurant. Nos alojamos frente al mar en hotel Koçan . Día 20 Decidimos hacer un tramo por la carretera de la costa desde Akçakoca hasta Karasu. El litoral, cuya naturaleza recuerda a Galicia, está salpicado de casas y edificios a medio construir. Fantasmagórico. Desde Karasu, retomamos la autopista hacia Estambul, para devolver el coche en Herz. Entramos en la gran ciudad sin incidentes, ni rodeos. ¡Tuvimos suerte! A la vuelta al Bahaus descansamos para poder contemplar el atardecer en el Cuerno de Oro, desde una terraza sobre el puente de Gálata. Día 21 De vuelta a Estambul, tras nuestro viaje por el interior de Turquía,
visitamos el Museo de las Artes Turcas e Islámicas,
sorprendiéndonos la belleza de los diseños tradicionales
de las alfombras y los tapices. Nos quedamos con ganas de entender mejor
el simbolismo de sus motivos. Toda una historia.
© 2005, Diseño y fotografías: Laura
Bustos. Texto: Belén Bustos |