llegada a atenas
agosto, 2008
Aterrizamos en Atenas y nos desplazamos cómodamente desde el aeropuerto hasta el centro a través de la línea 3 de metro. Tenemos reserva en el hotel Cristal en la calle Achilleos junto a la plaza Karaiskaki, donde se ubica la estación de metro Metaxourghio.
El primer contacto con la zona lo hacemos a través de una incursión por los barrios de Keramikos y Psiri, por la calle Kolonou. Las calles bastante sucias y deterioradas, repletas de locales vacíos o de bazares, se suceden intermitentemente.
Nos encaminamos pues, atentos al mapa, a una zona céntrica donde encontramos el Ayuntamiento, cerca de la plaza de Omonia, chocante por sus reducidas dimensiones respecto a un edificio próximo que resulta ser el Banco de Grecia. Desde allí cruzando Stadiou, paseamos por Panepistimiou contemplando la Biblioteca Nacional, la Universidad y la Academia, edificios contiguos e impecables que, recreando la arquitectura clásica, nos dan la impresión de edificios inertes de postal más que de espacios abiertos al público.
Descendemos hasta la plaza de Syntagma, donde se encuentra el hotel Gran Bretagne y hacemos un descanso para disfrutar de una merienda a deshoras en una pastelería-café llamada Xorz´n, fundada en el año 1908, donde disfrutamos de unos deliciosos baklavás.
En este primer día aprendemos a decir "ena botiri neró, parakaló“ (un vaso de agua, por favor), por el sol abrasador que nos acompaña desde que salimos del hotel, pero pronto descubrimos que es costumbre en toda Grecia al llegar a cualquier cafetería o restaurante, previamente a servirte la consumición que hayas elegido, traerte unos enormes vasos de agua fresca. ¡Eso es hospitalidad!
subida a la acrópolis
agosto, 2008
Compramos el billete combinado para visitar los principales monumentos de Atenas. Aún no somos conscientes de la magna tarea que nos aguarda…
Comenzamos el recorrido en la estación de metro de la Acrópolis para ascender a la misma desde la calle Thrasyllou, a través del pintoresco barrio de Anafiotika. Hemos de decir que hay varios accesos a la Acrópolis, mucho más cómodos pero menos pintorescos, a través de las calles peatonales Apostolou Pavlou y Dion. Areopagitou.
En el ascenso al montículo, por esta vía, lo primero que encontrareis será el Templo de Atenea Niké, para luego contemplar el Partenón junto al santuario de las Cariátides. Construcciones monumentales, en obras las dos primeras, que junto a cientos de turistas, tratamos de disfrutar bajo la sombra del único arbusto con perspectiva. A esta altura divisamos el Odeón de Herodes Ático. Es una pena no haber viajado en julio para poder disfrutar de alguna de las representaciones teatrales que allí se celebran.
Descendiendo de la Acrópolis nos dirigimos a una taberna típica: Plátanos. Tras haber degustado una refrescante ensalada griega, primer contacto con el queso feta, de segundo moussaka, bajo una hermosa parra.
paseo por el ágora
agosto, 2008
Tras un merecido descanso, visitamos de camino al ágora griega, el ágora romana y la biblioteca de Adriano.
El ágora griega nos proporciona una experiencia cercana a la vida de la antigüedad, por sus diferentes espacios, arbolado, el templo de Hefestos y la tranquilidad del lugar. Además es posible visitar un museo adjunto.
templo de zeus
agosto, 2008
Comenzamos el día en la puerta de Adriano y descubrimos el imponente templo dedicado a Zeus en sus proximidades. Aún quedan en pie una quincena de columnas que dan testimonio de la grandeza de esta construcción, así como algunas caídas a consecuencia de un virulento seísmo.
museo de la acrópolis
agosto, 2008
Nos encontramos en un radio próximo a la estación de la Acrópolis y nos sorprende el nuevo Museo de la Acrópolis, aún sin inaugurar, al que permiten el acceso al hall, donde se proyecta un video sobre los trabajos acometidos para trasladar las cariátides, frisos y demás tesoros de la Acrópolis desde su antiguo museo, anexo al Partenón, hasta su actual ubicación. Impresionante.
También tenemos la fortuna de poder ver alguna de estas maravillas a lo lejos, a medio desembalar, esperando su alojamiento definitivo. Merecerá la pena volver a Atenas para poder pasearnos por entre estas maravillas.
Desde allí, caminamos hasta el Cementerio del Cerámico. Además de un pequeño museo, podréis pasear por el cementerio. Curiosamente, las estelas de las tumbas de los ilustres atenienses se encuentran alineadas en dirección al WC. Prescindible si rondan las dos de la tarde.
Puesto que es la hora de reponer fuerzas nos encaminamos por el barrio de Gazi, una curiosa mezcla de antiguos talleres mecánicos y de modernos pubs, hasta el restaurante Canela. Comemos de maravilla, a destacar los pimientos rellenos de arroz y las berenjenas gratinadas. Pensamos repetir a la vuelta de nuestro periplo por Grecia, pero nos informan de que cierran por vacaciones la segunda quincena de Agosto.
museo arqueológico
agosto, 2008
Caminamos desde el hotel hasta el Museo Arqueológico. Los lunes abre a las 13:00 h. por lo que decidimos dar un paseo por los alrededores. Nos desplazamos hasta la plaza Exarchia.
Los habitantes de la plaza, toxicómanos y sin techo, dan una imagen un tanto deprimida de la zona que contrasta con la modernidad de los locales y tiendas aledañas. Es el espacio que andábamos buscando desde que llegamos, donde se respira la vida cotidiana de la población autóctona. Ni suburbio, ni zona turística.
Caminamos por los alrededores de la plaza descubriendo en la calle Valtetsiou, el cine Riviera y un agradable restaurante bio en el que comeremos más tarde. Las calles colindantes son en su mayoría o residenciales o temáticas: Andrea Metaza, dedicada a la música con la posibilidad de conseguir discos en vinilo; Themistokleous, a los comics y Charlaos Trikoupi a las librerías, aunque la mejor la encontramos en la calle Akadimias, 65 donde podréis adquirir cualquier mapa detallado de la región que elijáis de Grecia.
Para descansar y tomar una cerveza o un estupendo y popularísimo café frappé os aconsejamos el café coctail lounge en la misma plaza de Exarchia, con un look muy parecido a los locales berlineses.
Para visitar en profundidad y disfrutar del Museo arqueológico se requerirían varios días. Sin embargo si no disponéis más que de una tarde destacamos una serie de obras extraordinarias: máscara de Agamenón, escultura del caballo y el joven jinete, los frescos de los niños boxeando…
Kolonaki es un barrio adinerado, a los pies del monte Lycabettus, donde se reúnen los comercios de las grandes firmas internacionales. Lo encontrareis a las espaldas del Museo Benaki y el Museo de las Cíclades. Desde aquí podéis caminar por Irodou Attikou, calle paralela al National Gargen hasta el estadio Panathinaikon.