Dónde estuvimos
Datong
Un lugar con mala prensa que no os debéis perder. Cierto es que nada más llegar presenta un aspecto un tanto desolador, la contaminación es notable y su urbanismo es un tanto caótico pero tiene donde rascar.
De los alrededores destacar las cuevas de Yungang a 30 minutos de la estación de autobuses (bus 301). Sus budas gigantes tallados en la roca nos impresionaron y se pueden contemplar con tranquilidad debido a que es una de las visitas en las que coincidimos con menos turismo de interior.
Tras las dificultades de llegar al templo colgante en Hengshan Muontain (en bus incluía tres trasbordos), decidimos contratar un taxi por 400 yuanes para que nos llevase hasta allí y a la pagoda de madera de Yingxian. El templo es un misterio de la arquitectura, suspendido prácticamente en el aire apoyado tan sólo con unas cuantas vigas y pilares de madera.
La pagoda de madera es preciosa, de base octogonal alberga un enorme buda en su interior. Permite subir a la primera planta. Como curiosidad a su entrada hay una urna con un meteorito ¿? y bonitos árboles con cintas rojas a modo de ofrendas.